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14 octubre 2024

Colores en tu monitor vs colores impresos: ¿Qué diferencia hay?

 

 

La pregunta del millón, y una de las frustraciones más comunes en la impresión. El problema está en que lo que ves en tu monitor y lo que sale impreso son dos mundos completamente diferentes, y eso tiene que ver con cómo se gestionan los colores en cada uno de ellos.

Te contamos:

1. Espacios de color: RGB vs CMYK

En la pantalla de tu computadora, tablet o celular, los colores están en el modo RGB (rojo, verde y azul). Las pantallas generan luz, y al combinar estos tres colores de luz pueden crear una gama amplísima de colores brillantes y saturados.

En cambio, las impresoras trabajan con CMYK (cian, magenta, amarillo y negro). En lugar de emitir luz, imprimen capas de tinta sobre el papel, y esos colores se combinan de manera diferente. El CMYK tiene una gama de colores más limitada que el RGB, lo que significa que ciertos colores brillantes que ves en pantalla, como un verde neón o un azul intenso, simplemente no se pueden reproducir con tinta.

2. Brillo y retroiluminación

Otra diferencia clave es que las pantallas están retroiluminadas, lo que da un brillo extra a los colores. Los colores que ves en la pantalla siempre van a ser más vivos porque la luz está literalmente saliendo de ellos. Cuando imprimes, estás viendo reflejos de luz sobre el papel, y eso da un acabado más opaco.

3. Perfiles de color

Cada dispositivo —ya sea tu monitor, tu impresora o incluso el papel que usas— tiene su propio perfil de color, lo que significa que puede interpretar los colores de forma ligeramente diferente. Si no estás usando perfiles de color que coincidan entre el monitor y la impresora, los resultados van a variar bastante.

4. Tipo de papel

El tipo de papel también afecta muchísimo cómo se ven los colores. Un papel brillante o satinado va a reflejar más luz, haciendo que los colores se vean más vibrantes, mientras que un papel mate o absorbente, como el reciclado, hará que los colores se vean más apagados.

5. Calibración del monitor

Si tu monitor no está correctamente calibrado, lo que ves en pantalla puede estar distorsionado desde el principio. Un monitor mal calibrado puede mostrarte colores mucho más saturados o brillantes de lo que realmente son.

Solución: Prueba de color

Una buena práctica en la industria de la impresión es hacer una prueba de color antes de imprimir el trabajo completo. Eso te permite ver cómo van a salir los colores impresos y ajustar el archivo o los perfiles de color si es necesario.

Así que, en resumen, los colores no salen iguales en impresión y en pantalla por estas diferencias en cómo se generan, procesan y reflejan los colores en ambos mundos.